Podés tener pocos años y aún así mostrar signos de envejecimiento. Lee esta nota y enterate cómo cuidar la piel la piel joven.
El cuidado de la piel comienza con el conocimiento. Lo primero que debes hacer es entender qué tipo de piel tienes.
Lógicamente, el primer paso es la limpieza. Si está sucia no importa lo que te pongas, la superficie no se encontrará óptima para absorber nada. Debes realizar una limpieza facial al comenzar y terminar el día, libre del exceso de maquillaje y obstrucción que pudieran tener los poros.
Dependiendo tu tipo de piel elegí un sérum más o menos espeso. Si tu piel es demasiado seca deberías usar un concentrado más denso. Caso contrario, un producto más ligero en consistencia y de fácil aplicación es lo ideal para contrarrestar con el exceso de brillo.
Luego de la limpieza facial, usá un tónico descongestivo refrescante para equilibrar la hidratación.
Otro punto tan importante como los anteriores es la hidratación. Debes aportar a tu piel todo aquello que perdió o que le falta. Las irregularidades como el acné, puntos negros o manchas son indicadores de que hay un desbalance en el PH de tu piel que hay que corregir.
Presta especial atención a las zonas más propensas de acumulación grasa o de contaminación, como el contorno de ojos, cuello y escote. PERLIVITHA Rostro, Cuello y Contorno de ojos es un “must” en tu cartera: no olvides de aplicar diariamente, independientemente si hay sol o no.
La consulta médica regular es fundamental para chequear y tener un tratamiento especial según tu condición. No debes esperar a tener un problema visible para la consulta profesional.
“Es mejor prevenir que curar”. No debes esperar a que aparezcan las arrugas para preocuparte del cuidado de tu piel. Es fundamental mantenerla limpia e hidratada para evitar las señales de envejecimiento prematuro.